Si crees que una simple llave de metal es suficiente para proteger tu casa, puede que después de leer este artículo quieras revisar dos veces tu cerradura. Hay muchos tipos de llaves, unas que apenas ofrecen resistencia y otras que pueden frustrar incluso al ladrón más experimentado. Pero, ¿sabes qué tipo de llave tienes tú? ¿Sabes si es segura, o si deberías cambiarla cuanto antes? Te lo explicamos todo aquí para que sepas cuando cambiar la cerradura.
Tipos de llaves más comunes y su nivel de seguridad
Las llaves más habituales que encontramos en viviendas, trasteros, buzones o locales comerciales no siempre garantizan protección real. Veamos los tipos más comunes y lo que de verdad te pueden ofrecer.
Llave de serreta
El tipo de llaves de puertas más conocido. Es esa llave de borde dentado que todos hemos tenido alguna vez. Se utiliza en cerraduras de cilindro sencillas y tiene un nivel de seguridad bajo. Se puede copiar con facilidad en casi cualquier ferretería y, peor aún, es muy vulnerable al bumping o ganzuado. Si tu puerta principal funciona con una de estas, más que seguridad tienes un saludo cordial a los intrusos.
Llave de borjas
También conocida como llave de paletas, tiene un diseño más largo y se suele usar en cerraduras empotradas, sobre todo en puertas antiguas o interiores. Aunque ofrecen más resistencia que las de serreta, también se pueden manipular con herramientas específicas. Y por si fuera poco, duplicarlas no es difícil. Hoy en día se consideran obsoletas en términos de seguridad residencial.
Llave tubular
Su forma circular con cortes internos la hace parecer más moderna. Suelen usarse en máquinas expendedoras, candados o cajas fuertes de pequeño tamaño. Aunque aparentan ofrecer más seguridad, hay herramientas específicas que permiten forzarlas en segundos. No es ideal para una puerta de entrada.
Llave cruciforme
Con forma de cruz, como su nombre indica. Suele usarse en cerraduras de mobiliario, vitrinas o accesos secundarios. En viviendas apenas se emplea y no está diseñada para resistir ataques violentos o técnicas de ganzuado. Muy curiosa a nivel estético, pero débil si hablamos de protección seria.
Llaves de seguridad: cómo son y por qué protegen mejor
Aquí ya empezamos a hablar en serio. Las llaves de seguridad están diseñadas con sistemas que impiden su copia no autorizada, que bloquean técnicas como el bumping y que requieren cerraduras mucho más sofisticadas. No todas son iguales, claro, pero todas mejoran la protección de forma exponencial frente a una llave estándar.
Llave multipunto o de cilindro europeo
Esta llave funciona en cerraduras que tienen múltiples puntos de anclaje a lo largo del marco de la puerta. El cilindro europeo es uno de los mecanismos más seguros si está protegido contra ataques como el taladro o la extracción. Es la opción más habitual en puertas blindadas y acorazadas. Eso sí, no todos los cilindros europeos son iguales: hay modelos con copias protegidas por patente, y otros tan comunes como las llaves de serreta.
Llave con tarjeta de propiedad
Una evolución de la anterior. Estas llaves solo pueden ser copiadas presentando una tarjeta de propiedad única, como si fuera una tarjeta bancaria. Esto impide que alguien haga una copia sin tu permiso. Son muy utilizadas en sistemas de cerradura de alta seguridad, en especial en empresas o viviendas que requieren un control total sobre quién accede.
Llave magnética
Utiliza imanes en lugar de dientes o cortes físicos. El sistema está protegido dentro del cilindro, lo que hace casi imposible el ganzuado tradicional. Además, es silenciosa, duradera y difícil de duplicar. Algunas incluso combinan elementos mecánicos y magnéticos para aumentar aún más la seguridad. Una de las preferidas por cerrajeros expertos.
Llave electrónica
No tiene dientes. Puede ser una tarjeta, un mando o incluso una app en el móvil. Este tipo de llave se usa en sistemas inteligentes donde se puede activar o desactivar el acceso en remoto. Muy seguras si el sistema está bien protegido, aunque, como todo lo electrónico, pueden ser vulnerables si no se actualizan o si se usan contraseñas débiles.
Qué tipo de llave debería llevar una puerta blindada
Una puerta blindada no sirve de nada si lleva una cerradura básica. Aunque el marco de la puerta esté reforzado y haya una chapa metálica en el interior, el punto débil sigue siendo el cilindro.
La opción mínima recomendable para una puerta blindada es una llave de seguridad con cilindro europeo antibumping y con protección anti-taladro. Si además tiene una tarjeta de propiedad, mucho mejor. Y si hablamos de entornos más exigentes, la combinación con sistemas magnéticos o electrónicos proporciona un nivel muy alto de protección.
Ten en cuenta que no todo lo que llaman “puerta blindada” lo es de verdad. En Cerrajeros Ahora, cuando revisamos instalaciones a menudo descubrimos que muchas supuestas puertas blindadas tienen cerraduras de serreta. Sí, en pleno 2025. Si la tuya es una de esas, tienes una puerta con armadura y un candado de juguete.
¿Existe una llave que abra cualquier puerta?
La respuesta corta es: no. Y si alguien te dice que sí, te está vendiendo humo… o algo ilegal.
Lo que sí existe son las llamadas “llaves maestras” o “llaves de apertura universal”, pero su uso está limitado a sistemas diseñados para ellas. Por ejemplo, un edificio con varias oficinas puede tener cerraduras configuradas para que cada usuario tenga su llave y el conserje pueda abrirlas todas con una sola.
Ahora bien, eso no significa que una sola llave pueda abrir todas las puertas del mundo. Cada cilindro de seguridad tiene combinaciones únicas. En Cerrajeros Ahora hemos visto más de una estafa relacionada con “llaves mágicas” que prometen abrir cualquier cerradura. Cuidado: esas técnicas o no existen, o están relacionadas con delitos.
Cuándo conviene cambiar tu llave o cerradura
Si tienes una llave de serreta, la respuesta es: ayer. Pero, en serio, estos son los casos más comunes en los que deberías replantearte cambiar la cerradura o al menos el cilindro:
- Cuando has perdido una copia y no sabes quién la tiene. No importa si crees que la dejaste en una chaqueta vieja, puede que no esté donde piensas.
- Si tu cerradura tiene más de 10 años y no ha sido actualizada. Los métodos de forzado evolucionan. Las cerraduras también deberían.
- Cuando te mudas a una vivienda nueva. No sabes cuántas personas tienen copia. Antiguos inquilinos, vecinos, técnicos… mejor prevenir.
- Si notas que tu llave entra forzada o se ha roto algún diente. El desgaste físico es una señal clara.
- Tras un intento de robo, incluso si no lograron entrar. Podrían haber dañado el sistema interno.
En Cerrajeros Ahora recomendamos revisar el nivel de seguridad cada 4 o 5 años. Una llamada, una revisión rápida y puedes quedarte tranquilo. Y si hay que cambiarla, trabajamos con sistemas certificados y protegidos contra las técnicas de robo más comunes.


